
¿CONOCES LAS MEJORAS EN CONFORT Y SALUD QUE TIENEN LAS VIVIENDAS PASSIVHAUS?
Las condiciones creadas en el interior de una vivienda diseñada, construida y certificada bajo el estándar PASSIVHAUS, son ideales para alcanzar el punto de confort que necesitamos los humanos.
¿Sabías que pasamos más del 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados?
Por eso los espacios en los que vivimos y trabajamos afectan mucho en nuestra salud, bienestar y productividad.
Según la OMS, la salud es un estado de bienestar físico, mental y social completo, no simplemente la ausencia de enfermedad.
Y todo esto es más fácil de conseguir si los espacios que se habitan tienen la certificación Passivhaus, que garantiza mayor nivel de bienestar y salud.
Estos son los parámetros medibles que afectan al confort y salud
CORRIENTES DE AIRE
Para renovar el aire interior en una vivienda convencional se abren las puertas y/o ventanas, para producir corrientes de aire.
También se crean corrientes de aire para regular la temperatura, por ejemplo, en las noches calurosas de verano.
Y a eso hay que añadir las pequeñas corrientes que vienen de las juntas de puertas, ventanas, enchufes o rejillas que hay repartidas por toda la casa.
Estas corrientes, además de ser incómodas, pueden debilitarnos y dejarnos más expuestos a los gérmenes que haya en ese momento.
Esto no pasa en los espacios certificados Passivhaus por dos razones:
- La prueba de “Blower Door” que certifica que el edificio goza de una estanqueidad suficiente y no permite que esas pequeñas infiltraciones se conviertan en corrientes.
- No es necesario abrir “de par en par” para ventilar, porque la ventilación se realiza las 24 horas a través del recuperador de calor Passivhaus certificado, contribuyendo así a la ausencia de corrientes.
TEMPERATURA
La temperatura interior ideal depende de 3 factores:
- La propia habitación.
- Para qué se utiliza.
- Las preferencias de los ocupantes.
La temperatura interior recomendada, debe estar entre 21º y 26 °C.
Fuera de estos rangos, además del disconfort térmico, la capacidad de concentración de un estudiante o el rendimiento de un trabajador se ven muy mermadas.
Y es que un espacio confortable térmicamente hablando, no es solo aquél en el que la temperatura del aire es aceptable, sino cuando se logra que todos los elementos y estancias de la casa estén a la misma temperatura.
Vamos a ver un ejemplo.
Una casa convencional en un día de invierno tendrá de normal esta disparidad de temperaturas:
- El termostato dirá que el aire está a 21º (en el salón claro).
- El radiador emitirá calor a 60º.
- El suelo y pared (contando que no sea ni el primer ni último piso), a unos 18º.
- Las paredes exteriores a 17º.
- Y las ventanas a 16º.
En esta situación, nuestro cuerpo y el de cualquier ser vivo sufre tal estrés térmico que no le deja estar cómodo. Y, por ejemplo, estar sentado al lado de una pared exterior o de una ventana será muy incómodo.
En una vivienda Passivhaus certificada sucede todo lo contrario.
En ella, un niño puede jugar en cualquiera de los suelos o cerca de cualquier pared exterior, sin ningún problema gracias a:
- La eliminación de todos los puentes térmicos.
- Una perfecta hermeticidad al aire.
- Colocación de ventanas de altas prestaciones.
- Aislamiento adecuado en todos los paramentos exteriores (suelos, paredes y techos).
HUMEDAD RELATIVA
Es la cantidad de agua, o vapor de agua, que está presente en la superficie de un cuerpo o en el aire.
En nuestro caso, la medida que nos interesa es la humedad relativa del interior del edificio que se esté analizando.
La humedad relativa adecuada para generar confort y salud debe estar entre el 40 y el 60%, ya que el crecimiento de microrganismos en esos niveles es mínimo.
Un nivel alto de humedad en espacios cerrados tiene relación con procesos de disneas, desarrollo de asma o alergias respiratorias, entre otras.
Por el contrario, un ambiente demasiado seco, genera sequedad, puede alterar nuestro sueño y causar daños cutáneos.
Una ventilación continua y controlada a través de un recuperador de calor entalpico certificado Passivhaus puede conseguir un ambiente de humedad entre los parámetros que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
CONTAMINANTES EN EL AIRE INTERIOR
Los contaminantes más habituales que puede haber en los edificios son:
- Gas Radón. Depende mucho de la zona de España en la que esté situado el edificio. Por ejemplo, las zonas con suelos graníticos como Galicia y gran parte de la zona oeste de la Península.
- CO2. La generación y concentración de CO2 en el interior de los edificios está provocado por la actividad humana que desarrollemos. A mayor actividad, y/o concentración de personas, más alta serán los niveles de ppm (partículas por millón).
- Partículas en suspensión. Son una mezcla de compuestos poco volátiles, como el amianto, esporas de hongos, bacterias, polvo…. Estas partículas son generadas internamente o introducidas a través de objetos u acciones realizadas en el interior del edificio.
- Formaldehido. Es quizá la sustancia tóxica más común en los espacios interiores ya que su procedencia puede ser muy variada: colas y pegamentos para la madera, adhesivos, productos de higiene, limpieza y cosmética.
Todos estos contaminantes son relevantes para nuestra salud.
Algunos son cancerígenos como el gas Radón o el formaldehído; otros como el CO2, y las partículas volátiles pueden provocar molestias leves como dolores de cabeza, cansancio e incluso, a largo plazo, pueden causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares, aumento de la incidencia de cáncer o incluso agravamiento de enfermedades infecciosas con un sistema inmunitario debilitado.
Con una correcta ventilación, realizada a través de un recuperador certificado Passivhaus, se pueden evitar las consecuencias negativas para la salud que supone estar en contacto con un aire interior de mala calidad.
Un edificio Passivhaus certificado cumple con todas las exigencias para que no se ponga en riesgo la salud de las personas.
Además, una casa Pasiva certificada cuenta con una alta calidad del aire interior ya que, tras el proceso de construcción, hay que aprobar un protocolo final de puesta en marcha, que exige el correcto funcionamiento del sistema de ventilación y el diseño y ajuste de caudal de aire para cada habitación.
RUIDO
Aunque puede que no lo asociemos con problemas de salud, la acústica que experimentamos en el interior de un edificio tiene la capacidad de enfermarnos o de ayudarnos a estar bien.
El ruido indeseado es una de las principales causas de estrés en el hogar, además puede aumentar el riesgo de presión arterial elevada y diabetes, así como alterar el sueño.
Según la Agencia Europea de Medioambiente (AEMA), cada 3 años, 10.000 muertes en Europa pueden atribuirse al ruido.
En una vivienda Passivhaus certificada, las herramientas y materiales utilizados para un aislamiento térmico sirven también para un correcto aislamiento acústico.
El objetivo es la rotura de los puentes térmicos-acústicos entre interior y exterior del edificio y así mantener un interior aislado.
En Zorzano siempre contamos con los expertos de cada materia.
En este caso, para la monitorización de estos parámetros, estamos siendo asesorados por el equipo de Inbiot.
Un equipo profesional altamente especializado en la fabricación de los dispositivos que nos permiten monitorizar todos los parámetros detallados en este artículo, ya que nuestro objetivo es asesorar a nuestros clientes para obtener un alto nivel de calidad y confort de aire interior en los edificios.
Una vivienda certificada Passivhaus es garantía de confort y salud.
Si quieres experimentar de primera mano el confort y salud que ofrece una casa Passivhaus certificada, contáctanos aquí .