La Casona,  es una antigua  vivienda unifamiliar de estilo tradicional que se rehabilita para recuperar su funcionalidad y esplendor perdido con el abandono  a lo largo de los años. La vivienda desde un origen se realizó con materiales y técnicas tradicionales de su época, siendo su estructura sustentante realizada con cimentación de cal y castro, muros de mampostería de piedra y forjados y cubierta de madera, con acabado esta última con teja árabe.

Se destaca en la edificación en su vista desde el exterior, inserciones en la fachada, de elementos de ladrillo macizo y sillares de piedra de páramos, así como una zona realizada con muros de entramado de madera. En su original plata baja, contaba con una cocina-comedor y  espacios compartimentados para su uso a modo de cuartos para guardar aperos de labranza, cuadras, etc.…  Y en la planta primera se situaba la zona de vivienda, con testimonios de acabados y ornamentos de calidad, en dormitorios principales y alcobas.

La intervención tuvo un claro propósito, y fue siempre la de respetar la construcción original. Pero, sin dejar de incorporar soluciones, con técnicas actuales a las necesidades estructurales y funcionales que requería la intervención. Para ello, desde un inicio se fomentó al máximo el aprovechamiento de lo existente, la reconstrucción de lo perdido, con  técnicas tradicionales y la aportación de sistemas contemporáneos actuales. De este modo el aspecto tanto exterior como interior, es el de una casona tradicional del S IXX con las funcionalidades  y prestaciones de las edificaciones modernas contemporáneas.

Cabe destacar, que gran parte de los revestimientos y aglomerantes de mortero de cal, han sido “apagados” en obra con al menos 6 meses de reposo en balsas.

La edificación cuenta con un cuarto de instalaciones en planta sótano, desde donde se gestionan todas las instalaciones del edificio, y donde se centralizan los depósitos de agua y combustible, cuadros eléctricos, sistemas de bombeo de agua fría y A.C.S. y los sistemas de depuración de la piscina.

En planta baja se han aprovechado los espacios existentes para las necesidades comunes y su aprovechamiento durante el día, contando con un garaje para 2 vehículos, cocina, salón, merendero, dormitorio y 2 baños. Los techos de esta planta, son vistos u realizados con la madera original de la vivienda. Y los acabados en esta planta baja son de nueva fabricación pero realizados con materiales y técnicas tradicionales, como es el caso del pavimento de baldosa hidráulica y algunos revestimientos interiores en piedra con  “cuarcita celeste” (cuarcita celeste pulida y abrillantada procedente de canteras brasileñas). Todo ello combinado con madera noble, en inserciones en suelos y pavimentos.

La planta primera, o zona de noche, cuenta con tres zonas claramente diferenciadas. Integrando todas ellas sendos espacios para vestidor independiente, baño y una o dos habitaciones; ademas, uno de ellos cuenta con despacho-biblioteca. Estos espacios se articulan entorno a un gran salón central con chimenea de leña.

El suelo de madera de esta plana esta apoyado las estructuras originales. Cada una de las zonas tiene independencia total de instalaciones, con aislamiento y envolvente propia (tanto exterior como interior), de modo que la vivienda pueda utilizarse total o parcialmente, con el máximo aprovechamiento de los recursos y la mínima pérdida de eficiencia.

El espacio del bajo cubierta, igual que el original, es un espacio diáfano, con la misma geometría que el anterior, con la diferencia que esta vez se  ha realizado con estructura de madera laminada GLh24 de abeto y uniones figerjoint con errajes ocultos  y un gran espesor de aislamiento. Acabando el tejado en tradicional de teja árabe recuperada.

Existen referencias constantes en la decoración interior a los elementos tradicionales de esta vivienda, habiéndose aprovechado materiales de difícil uso para crear mesas, adornos y referencias a lo tradicional.

Las carpinterías exteriores son de gran calidad y altas prestaciones, realizadas nuevas, en madera con acabados más resistentes protectores.

Los espacios exteriores comunes son ajardinados, existiendo una piscina central sobre la que se asoma un porche en planta baja (zona del comedor), otro en planta primera (zona del salón) y nuevos huecos de ventana desde las habitaciones, con balcones, miradores y terrazas.